sábado, 17 de enero de 2009

Los abusos de la memoria


Caer en incongruencias en un momento dado, ¿no nos ha ocurrido alguna vez? Sentirnos incomprendidos ¿cuántas veces? ¿Pero nos hemos creído incomprendidos por no ver saciado un vicio llamado clarividencia?No la Clarividencia, pues, ¿quién la posee? ¿Crees en un Dios que posee esa Clarividencia? Me parece bien, pero ¿ es un Dios Clarividente que te ha señalado a ti, sólo a ti, como al elegido?


Rescato una lectura del año 2000: Los abusos de la memoria / Tzvetan Todorov . La leí entonces de un tirón, confortablemente sentado en un sofá de una biblioteca pública. (*)

Me alegra que se publique ahora tanto la obra de Tzvetan Todorov al castellano, aunque sea porque le han concedido un galardón.


¿Tenemos tantas carencias que nos deben poner delante de los ojos lo que aún viendo, no miramos? No tendremos la facultad de adivinar hechos futuros u ocurridos en otros lugares, no solemos ser videntes, pero sí tenemos en general, creo yo, la perspicacia suficiente como para penetrar en el futuro y aventurar que lo que va mal, puede ir todavía peor, mientras se siga abusando (haciendo mal uso), de la memoria.


Ya en los 90, Tzvetan Todorov alerta al mundo del peligroso uso inadecuado de la memoria, que puede acarrear consecuencias nefastas. Repetir comportamientos que ya en su día generaron dolor. Recurre a la Historia para fundamentar su tesis. Extrae el ejemplo israelí: "El recuerdo de que en el pasado fueron víctimas les impide darse cuenta hoy de que actúan como verdugos".

En el caso concreto del enfrentamiento entre árabes e israelíes, Todorov, detecta un grave obstáculo para alcanzar la paz: "La falta de valentía", afirma.De Ehud Olmert, en una entrevista concedida poco después de que transcendiera su dimisión como primer ministro israelí, Todorov dice: "De sus declaraciones podía deducirse una opinión favorable al reconocimiento de los derechos del pueblo palestino; sólo que sus palabras llegaban justo cuando se iba". Es decir, tarde. Cuando ya no ostenta el cargo desde el que es más fácil cambiar las cosas.

Sobre la memoria, también lamenta que, en muchas ocasiones, sea precisamente ella la que propicie "el levantamiento de un muro entre los malhechores de un determinado acontecimiento histórico y nosotros". Sus acciones, por viles, nos resultan ajenas, y "esta postura inflexible impide que adoptemos conclusiones que nos puedan ser de alguna utilidad" de cara a la resolución de un conflicto.


Habla de “Memoria constructiva”

En su opinión, "son sólo algunos modos de ejercitar la memoria los que llevan aparejadas consecuencias positivas". Pone más ejemplos, como el genocidio de Camboya y el apartheid de Sudáfrica. Dos capítulos traumáticos de los que sí se ha conseguido extraer conclusiones válidas sobre las que asentar una convivencia pacífica.

La memoria, esta vez sí, ha actuado para conjurar el mal. Intenta, desde hace mucho dejar claro que con la memoria hay que andarse con mucho tiento.

Más recientemente leí en una entrevista sus impresiones sobre la delicada situación que atraviesa la economía mundial. En realidad, más que una impresión, apunta un deseo: "Espero que la crisis deje claro que los ultraliberales son un peligro y que la expansión económica, por sí misma, no es un objetivo sino un medio". "Un medio", remacha Todorov, "para alcanzar el bienestar común".


En su último libro publicado en España por Galaxia Gutenberg, El miedo a los bárbaros, formula la paradoja que encierra: "El miedo a los bárbaros nos puede convertir en bárbaros ( … ) Al exagerar la fuerza de una amenaza exterior nos dañamos a nosotros mismos".


Título: Los abusos de la memoria / Tzvetan Todorov ; [traducción de Miguel Salazar]

Editorial: Barcelona : Paidós, [2000]

Descripción física: 61 p. ; 17 cm

Colección: (Paidós Asterisco)

ISBN: 84-493-0814-3

Materias: Totalitarismo.


(*)Un tesoro que hay que guardar.


domingo, 14 de diciembre de 2008

La Verdad

La Verdad

En el momento actual, tal cual concebimos la sociedad que nos acoge, la Verdad no se sostiene. El sistema creado se desplomaría con la simple asunción de la verdad como norma de comportamiento. Es por tanto necesaria la mentira, la falsedad en todas sus fases. Siempre desde la posición ya señalada: la permanencia del sistema actual. No habría mayor revolución planetaria que la pandemia de la Verdad.
(Rescato estas cuatro palabras del pasado marzo del 2003, y reconozco que vuelven por lo que leo en la prensa)
Recomendación literaria: "El Arte de Medrar", de Maurice Joly.

Los clásicos



Italo Calvino:


"Los clásicos son libros que ejercen una influencia particular cuando se imponen por inolvidables, ya sea cuando se esconden en los pliegues de la memoria mimetizándose con el inconsciente colectivo o individual. Son esos libros que nos llegan trayendo consigo la huella de las lecturas que han precedido a la nuestra, y tras de sí la huella que han dejado en la cultura o en las culturas que han atravesado (o, más sencillamente, en el lenguaje o en las costumbres)".
"Un clásico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir"
"Los clásicos son libros que cuanto más cree uno conocerlos de oídas, tanto más nuevos, inesperados, inéditos resultan al leerlos de verdad".

Los clásicos son esas obras que casi todos conocen pero pocos leen. No retrocedamos ante un clásico que no hayamos leído por mucho que creamos conocerlo, nos llevaremos grandes sorpresas, y ¿cuántas cosas hay en la vida más gratificadoras que sorprendernos agradablemente?


De Italo Calvino la trilogía Nuestros antepasados : "El vizconde demediado", "El barón rampante" y "El caballero inexistente". Y por supuesto el resto de su obra.

Vida y Opiniones de Tristram ("En un puñado de polvo te mostraré")





“En un puñado de polvo te mostraré”



Ayer vimos un film de Costa Gavras, un pequeño regalo de la televisión pública. Al menos así lo catalogó Tristram que no paró de hacer comentarios mientras veíamos la película y que me tuvo hasta las tantas (hasta que me quedé dormido como un crío en brazos de Morfeo) elucubrando.
Me suscita hablar de muchos temas esta película, “Amén”: del cine comprometido como razón de ser (una de tantas razones importantes) del arte; qué significa la Iglesia en nuestra sociedad; hasta qué punto el interés particular de las naciones ha primado sobre el interés de la humanidad, etc.
Sin embargo, haré la misma pregunta que me hizo Tristram al acabar el film. Una pregunta que se formula a modo de juego. No es nueva: ¿Qué harías si viajando en el tiempo hasta los años 20 provisto de un arma te encuentras a solas ante Hitler?.¿Quién no la formuló así o de cualquier otra manera pero con el mismo sentido de evitar un desenlace posterior? Obviando todas las “normas” de los viajes en el tiempo, claro.
Después de formularme tal pregunta, y hasta la visita de Morfeo, Tristram no paró de hablar:
- “Hace poco relamí una obra de mi admirado Sciascia: “La desaparición de Majorana” Sciascia recurre a unos hecho acaecidos en los años 30,y más en concreto en marzo de 1938, cuando el físico Ettore Majorana desapareció sin dejar más rastro que unas cartas dirigidas a sus allegados.La historia de este ilustre científico que, de no desaparecer joven como era en los años 30, llegaría a ser premio Nobel (su entorno científico logró tan prestigioso galardón), es apasionante. Tan literaria que quizá ni el propio Ettore Majorana lo creería, dada su excesiva modestia. No es de extrañar que Leonardo Sciascia le dedicara una novela.Léela, aunque sea porque mis palabras despiertan tu curiosidad o porque la pregunta inicial retumba en tu interior, pues ¿cuándo no habremos deseado, aunque sea una sola vez en nuestra vida, volver atrás en el tiempo?No diré más de la novela excepto que no es exactamente este el planteamiento de la historia. Tenemos varios ejemplos más cercanos, como “Testigo ocular” de Ernst Weiss.No es tanto el ponernos en una situación tan concreta como aparecer ante un criminal o el desencadenante de acontecimientos terribles para la humanidad y enfrentarnos a un dilema moral. Tampoco estar en la situación del visionario John Smith de “La zona muerta” que ve el futuro terrorífico y sólo sabe una forma para impedirlo. No es por una prevención como la desarrollada también en la literatura de ficción por Philip K. Dick. Se trata, en todo caso, de ponernos en la tesitura de divulgar o no un conocimiento científico que supone un avance para la ciencia, pero un retroceso para la humanidad, independientemente de cualquier catadura moral.Es lo que le ocurre al protagonista de “Amén” de Costa Gavras, un científico ve que todo su trabajo dirigido hacia la vida, es utilizado para recorrer un camino bien distinto. Ha ocurrido tantas veces a lo largo de la historia que nos lleva a plantearnos otra pregunta: ¿Llegará algún momento en que el ser humano como especie aprenda de sus errores?”
Antes de irme a la cama, ¿eran ya las cuatro?, le contesté:
- Sí aprende, amigo mío, pero mientras prime el interés…
(Imágenes: Ettore Majorana http://www.ettoremajorana.it/ / "Amén" de Costa-Gavras http://www.filmaffinity.com/es/film651336.html )

Vida y Opiniones de Tristram (Notas al margen)

Notas al margen.

Tristram se vanagloriaba de tener un espacio de opinión pero no está contento:-” Pienso mucho-dice-, y no sé qué escribir. Mi cabeza bulle de ideas, quizá por ello acaban hirviendo. El blog ha sido un fiasco ¿Qué es un escritor sin lectores? Ellos dan sentido a lo que se escribe. Por mucho que se diga, por mucho que pretendamos justificar un diario, siempre es para que alguien lo lea, aunque sea uno mismo, en otro momento, en otras circunstancias“.
Tristram, a su manera, anota todo aquello que le llama la atención de un libro. Son anotaciones aleatorias, nunca por un propósito, no busca comprender pero logra entender lo que encuentra. Sólo son anotaciones extensas cuando han de serlas. Cortas, de una frase, incluso una palabra, porque así se lo pide lo que lee. Este tipo de escritos, por decirlo de alguna manera, son su mejor diario.
- “Porque, ¿cuántas veces no nos habremos preguntado por qué un libro, una película, una amistad, un vino, una ciudad,…, pasados unos años los volvemos a leer, ver, encontrar, beber, saborear,…, y no nos dicen lo mismo, incluso nada nos provocan? Surge la pregunta: ¿qué les veía?”
Esas palabras extraídas de un libro hace muchos años tuvieron sentido y, no sólo porque objetivamente sean memorias literarias, ni siquiera por ser pensamientos propios dichos por otros pero nuestros cuando topamos con ellos. Probablemente ni siquiera son bellas palabras, el autor pudo dar mucho más de sí y seguramente lo dio en muchas otras ocasiones en que lo leímos y sin embargo sus palabras no nos dijeron nada, no llamaron nuestra atención, como para anotarlas al margen.
Tampoco el momento del lector, que siendo el mismo siempre es diferente pues distinto es el libro que lee aun siendo el mismo título e idéntico autor que en otra ocasión tuvimos entre las manos… o patas, también.
El caso es que Tristram acumula cuadernos y cuadernos (la mayoría se los he ido regalando a lo largo del tiempo) y cada vez que relee uno antiguo me dice lo mismo: “No sé bien qué me llamó la atención en este texto para que garabateara en mi cuaderno”.
A pesar de todos sus “pero“ entiende porqué ha copiado éste o aquel texto. Algo bello esconden esas palabras, pues son parte de su pasado, el mejor testimonio, para él, bien lo sé, de su vida, más que cualquier blog que le logre satisfacer.
Por Tristram, o a pesar de él, me pregunto: ¿volvemos a leer esas citas que copiamos en otra época casi por necesidad? ¿Hay algún libro del que llamándonos la atención no hayamos extraído parte de su ser? Y no digo subrayar, pues qué afrenta es esa: torturar una edición que siempre está viva.
¿Cómo garabatea Tristram en sus cuadernos?…..en fin.

Nussbaum



Martha Nussbaum.


“Mediante el aislamiento de aquellas esferas de la experiencia humana en las que debido a su problematicidad siempre nos vemos obligados a elegir y elegir de una manera determinada y no de otra”“Somos mortales, somos seres finitos no autosuficientes y, como reverso de la moneda, estamos dotados igualmente de una serie de dones, de capacidades que posibilitan la citada elección como elección ajustada”.Nussbaum nos da una lista de las esferas de la experiencia humana:
1. Ser capaz de vivir hasta el final una vida humana plena, hasta donde ello sea posible; no morir prematuramente o antes de que la vida de uno sea limitada como para que no merezca la pena vivir. (Mortalidad)
2. Ser capaz de gozar de buena salud; estar adecuadamente alimentado; disponer de un alojamiento adecuado; tener posibilidades de satisfacción sexual; poder desplazarse de un lugar a otro. (Corporalidad)
3. Ser capaz de evitar el dolor innecesario y carente de beneficios y de tener experiencias placenteras. (Capacidad para el placer y el dolor)
4. Ser capaz de usar los cinco sentidos; poder imaginar, pensar y razonar. (Capacidades cognitivas)
5. Ser capaz de vincularse a personas y a cosas fuera de nosotros mismos; amar a aquellos que nos aman y se preocupan por nosotros, llorar por su ausencia; expresado de modo general, amar, llorar, sentir nostalgia y gratitud. (Emociones)
6. Ser capaz de concebir una concepción del bien e implicarse en reflexiones críticas sobre la planificación de la propia vida. (Razón práctica)
7. Ser capaz de vivir para y con otros, reconocer y mostrar consideración por otros seres humanos, implicarse en varias formas de interacción familiar y social. (Comunidad con otros seres humanos)
8. Ser capaz de vivir interesándose en y en relación con los animales, plantas y el mundo de la naturaleza. (Relación a otras especies y a la naturaleza)
9. Ser capaz de reír, de jugar, de disfrutar de actividades recreativas. (Humor y juego)
10. Ser capaz de vivir la propia vida y no la de ningún otro; poder vivir la propia vida en el entorno y en el contexto propio de uno. (Individualidad)
Nussbaum enuncia otros diez principios que, desde su postura, deberían estructurar las relaciones económicas internacionales.
1) Aunque todos los países sean responsables del desarrollo de las capacidades de todos los hombres, el primer interesado en su gente (aunque suponga una sobreprotección) ha de ser el propio país.
2) Se ha de respetar la soberanía nacional, y persuadir acerca de la promoción de las capacidades por medios pacíficos.
3) Las naciones prósperas tienen la responsabilidad de ayudar a las pobres con una proporción sustancial de su PBI.
4) Las organizaciones multinacionales tienen la responsabilidad de promover las capacidades humanas en las todas las regiones donde operan.
5) Las estructuras principales del orden económico global deben ser justas con los países pobres y en desarrollo.
6) Es necesario desarrollar una esfera pública global mínima y descentralizada (pero fuerte).
7) Todas las instituciones (y la mayoría de los individuos) deben focalizarse en los problemas de los desaventajados en cada nación y región.
8) La comunidad mundial ha de poner énfasis en el cuidado de los enfermos, los mayores y los niños.
9) La familia debe ser tratada como una esfera preciosa pero no privada cuando es negligente.
10) Todas las instituciones y los individuos tienen la responsabilidad de apoyar la educación como la clave del empowerment de las personas actualmente desaventajadas.
En definitiva, estos principios no son los diez mandamientos. Incluso, pudieran parecer una utopía. Pero son un buen punto de partida de una discusión necesaria para construir un mundo donde todos los seres humanos gocen de las capacidades para una vida digna.

Martha Nussbaum es una filósofa estadounidense. Es prolífera en publicaciones donde postula su pensamiento filosófico. Pero quiero centrarme con estas dos listas en su visión ética.
Es enemiga declarada del relativismo, al considerar que si éste tiene la última palabra en los asuntos morales, es imposible argumentar racionalmente contra las situaciones de radical injusticia que aquejan a nuestro mundo en general y a la vida de las mujeres en particular.Para esta autora, los humanos, “por el mero hecho de serlo, somos portadores de una serie de características, de capacidades o funciones, que son transculturales y definen nuestra común humanidad, nuestra esencia en tanto que humanos. Tales capacidades serán justamente las que nos permitan entablar, a pesar de nuestras diferencias, un diálogo racional y fructífero, así como la elaboración más o menos precaria de una lista de virtudes desde la que poder evaluar las acciones que se realizan dentro de cualquier tradición”.
Sus listas las repasa con el paso del tiempo, lo cual es importante pues tal variabilidad muestra el carácter empírico, comparativo e histórico de lo que podríamos denominar este “esencialismo interno” que propugna Martha Nussbaum.


Se ha publicado recientemente en España de esta autora “Paisajes del pensamiento” (editorial Paidos)

Vida y Opiniones de Tristram (Ser perro)



Ser perro



Han pasado los meses y Tristram vuelve a estar enfadado conmigo. ¡¡¡Maldito ego!!!.
Tiene su parcela cibernética, donde nos habla (bueno, me entienden) de su mundo, sus cuitas, de las que en gran parte soy responsable. Tanto trajín acaba con cualquiera y no iba a ser menos el Señor Grifón, a quien pillo por momentos en albis (últimamente mucho, la verdad), no se acaba de centrar.Le cedí el blog y no lo utiliza. Él dice que no ha querido escribir por dos motivos:
1. Porque el pc tiene una enfermedad vírica que afecta al reconocedor de voz (-”¿Sabes lo complicado que resulta configurarlo para mi voz?”)2. Porque se siente avergonzado.



Decía Martín Fierro que “muchas cosas pierde el hombre/ que a veces las vuelve a hallar;/ pero les debo enseñar,/ y es bueno que lo recuerden:/ si la vergüenza se pierde/ jamás se vuelve a encontrar”.
El contexto es diferente, no es la misma vergüenza de que habla el gaucho del XIX que la sentida por un Grifón de Bruselas del XXI con mal de amores.Intentaré explicarles.Intentaré explicarles en relación a Tristram algo que ya saben: lo difícil que le ha resultado elegir. Nos topamos con dicotomías a lo largo de la vida. Según la ocasión hay quien hace balances de pros y contras, incluso a veces con lápiz y papel. En esta división en dos partes suele estar la razón y el corazón.
Tristram y un servidor volvemos a coger el lápiz y el papel pero no para pervertir la razón en función del corazón, no para tratar el corazón como un músculo que se ejercita a impulsos de la razón, sino por un motivo tan simple como la necesidad que tiene un pequeño Grifón de Bruselas de volver a ser un devoto de Lawrence Sterne, de andar a cuatro patas y no estar tumbado a la sazón sobre una manta a cuadros que le hace añorar lo que sabe no debe añorar.
Sentirse humillado fue el paso previo a esta vergüenza que siente (aunque siempre exagera hemos de creerle, al menos yo le creo, pero no le acabo de entender, le ha dado por parlar catalán y si ya teníamos problemas con el francés, no acaba de ir la cosa del tot bé).Su humillación parte del tormento: se siente utilizado. Y porque esta utilización de su persona casi da al traste con todo lo que de verdad le importa en la vida.
- Me quiero explicar- me dijo Tristram hace pocas semanas-. Las personas con motivaciones espurias campean a sus anchas por este terreno baldío que es la tierra.
Vuelve a ser él, no puede evitar las exageraciones.Reñido con su ser, metafísico más que nunca, lee filosofía, del “Sein” ha pasado a divagar sobre las virtudes del alma, y lo que para él es tema central, visto lo visto, la moral de las personas. Siempre ha sido un ser utópico, ha tenido desde esta forma suya de ser a la esperanza como bandera, por eso sabe que el fracaso es inevitable, que sin él no habría razón de ser.Divaga.
- Ya ves- me dice-, lo bueno de haberse frustrado mi amor es que aprendo, mejoro, estoy más preparado para afrontar nuevos retos.
Esto lo dice ahora, después de desconsolarse a gusto estos meses.
Aún recuerdo con pesar aquellas miradas cargadas de súplica cuando los niños vecinos llamaban a la puerta para “sacarlo” a pasear con Micifuz, cómo volvía de esos paseos con una alegría inmensa y se abandonaba en su manta a cuadros como hacía en otro tiempo, en otras latitudes, después de mirar a la Collie que iba a la peluquería todas las semanas.Poco antes de la última mudanza, horas después de uno de estos paseos con Micifuz, tras meditar, me dijo lo siguiente:
- La alegría que me ha invadido estas semanas llegó a doler al sentirla injustificada, pues ella misma significa para ti pesar. No, deja que me explique.Ha sido un sentimiento inmenso que por momentos me desbordó, supongo que es lo que ocurre cuando no se está acostumbrado. Para ser feliz también es necesario reconocer qué es ser feliz. Soy un bobalicón por no darme cuenta antes de lo que tenía ante mí. Se me nubló la vista el día que conocí a Micifuz y hasta hoy estuve cegado por la dicha de verme a su lado, sin importarme lo demás.- No hace falta que justifiques tu felicidad, Tristram, es tuya.- No me justifico. Quiero que sepas, antes de continuar, que me voy contigo. No alcanzo ahora a comprender por qué llegué siquiera a dudar, pero dudé hasta hace unas horas, y como suele ocurrir, y no me duele reconocerlo, porque me he dado de bruces contra la verdad.
No volvimos a hablar de estas cosas, hasta que no me cuente qué le sucedió ese día yo no le preguntaré.Ha ido recuperando su aplomo poco a poco, el verano le ayudó y, según él dice cuando le pregunto por qué ha dejado de lado el pc, “dejar la cibernética es como viajar sin salir de casa“. No pienso pedirle que me lo explique.
Por cierto, otro día les cuento el motivo por el que está ahora enfadado conmigo.

Vida y Opiniones de Tristram (Insomnio)




No pienso justificarme por el simple hecho de caminar a cuatro patas.



Insomnio



Esa sombra que me asombra, esa sombra es alargada, está en mis sueños nocturnos. Esa sombra me protege, de las luces de la noche, de las tribus que hay en mí.
Me permito leer más horas, por hastío, por no ser capaz de dormir.Leer me satisface como pocas cosas, pero no me importa no leer, aunque lo necesite, pero no es como el comer. De la carencia de esto último me muero, por no leer siento pena.
Otra sombra me recubre, esta vez no es alargada, es menuda y tiene nombre.Yo la quiero, cuánto la quiero, ¿quizás por eso debo dejarla?
Él lo ha querido, lo ha decidido, y me ha consultado: se muda.
- ¿Otra vez?¿Ahora que me he "amoldado" a esta tierra, a esta ciudad, a sus gentes, a nuestros vecinos, ahora que dudo si posar o no para nuestra vecina pintora?- Ahora, siempre hay un ahora, Tristram. Implacable como el tiempo, los caminos de la vida nos hacen tomar decisiones. Ahora, amigo Grifón, es ahora, ¿te vienes conmigo?- ¿Por qué un ahora, precisamente ahora, me lo puedes decir?
Se queda callado y no responde en el momento, parece reflexionar, como si no supiera darme una contestación, como si no tuviera claro el motivo de su decisión. Pero no, se calla porque sabe la respuesta a mi pregunta, porque cree que es un egoísta si me responde como debe hacerlo. Pero yo insisto.
-¿Por qué te tienes que ir ahora cuando me siento feliz aquí?- Porque mi felicidad está en otra parte. Pero…- No, no lo digas- aunque necesito su sinceridad no puedo oírle ser sincero del todo, en esto me equivoqué, porque sé lo que diría si no le interrumpo, que si yo no voy él tampoco se va.
No es chantaje emocional, aunque se le parece, se ve con la sombra de la duda: dejarse llevar por su corazón le parte en dos. Su felicidad, es cierto, está lejos de aquí, pero no sería capaz de hacerme daño, no más, no una segunda vez, o puede que sea la primera, reconozco que cuando nos mudamos para vivir aquí mi cabezonería fue mayúscula, pero qué quieren, soy de origen valón y tengo pedigrí, aunque mis documentos sanitarios no hagan referencia a ello.
La vie est souvent un jardin de roses par lequel nous marchons, avec chaque pas nous faisons courir le risque de marcher sur elles. Il est posible que l'on sois un mauvais jardinier, mais j'aime les roses.
Mi francés se nubla, debo mejorar, o simplemente soy yo ¿Es por ello que leo y no entiendo lo que leo, es que acaso mi mente está envuelta en un vapor espeso, mis papilas gustativas están atrofiadas?¿Qué supone esta indolencia que me aploma, que me tiene en una nube, pendiente de sonidos y no tanto de gustos, los que otrora en mí provocaban dulcísimos placeres, los de las ediciones antiguas, de los clásicos?
Y sin embargo no dejo de abrir libros y casi devorarlos, si me vieran lo pensarían, pues mi lengua lame y relame ejemplares, pero no los saboreo.
Espero, sí, aunque no me justifico reconozco que es más cómodo para quienes caminamos a cuatro patas esperar lo deseado tras la puerta frontera. Espero, a diario, a que los hijos de mi vecina llamen a nuestra puerta para pedirle permiso a mi amigo y compañero.
Permiso, sí, para sacarme a pasear junto a Micifuz. Y me mira, a los ojos, y sabe qué le pido, y reconoce lo que ve, por eso su sonrisa es entre alegre y triste, una sonrisa "triscontenta". Da permiso, y me hace sentir muy feliz.
(Grabado: "Melancolía I" de Durero http://es.wikipedia.org/wiki/Melancolía_I )

sábado, 13 de diciembre de 2008

Vida y Opiniones de Tristram (El blog de Tristram)


No pienso justificarme por el simple hecho de caminar a cuatro patas.


"No pienso justificarme por el simple hecho de caminar a cuatro patas"
Cuando duda viene a mí, busca mi opinión siempre que necesita decidirse por algo, aunque acaba haciendo lo que le viene en gana. No debiera ser de otro modo, mientras no resulte afectar a ambos.
Nuestra vecina es pintora y quiere retratarme junto a Micifuz.
- Me resulta apabullante que esta dama necesite de mi persona para expresar su arte.- ¿Por qué? ¿Por estar posando al lado de tu nueva amiga?- No, será un placer, a pesar de tener nombre de gato.
A diferencia de vosotros no podemos, los que caminamos a cuatro patas, ir al registro civil y trocar el bendito nombre que nos asignáis. Hay ocasiones en que un nombre imprime carácter.
- Entonces ¿por qué te "apabulla" posar?- Cuando la pintora pose el lienzo en el caballete estará en blanco. Es como si comenzara a trazar una nueva vida, como si con cada pincelada estuviera abriendo los caminos del retratado. Inmortaliza una vida efímera.- No te entiendo. Esto debiera gratificarte: la inmortalidad – estas cosas me las dice riendo.- Así es, pero a la vez me intimida. El saber que mi rostro permanece y no mi nombre. Al contrario de lo que la vida y las relaciones establece. Suelen ser los nombres los que permanecen constantes en nuestro recuerdo y no los rostros, que además, con el paso del tiempo varían.- No te entiendo, Tristram, porque si dejamos de ver a una persona su rostro permanece en nuestra memoria. Si la pintora consigue inmortalizar su obra tu nombre quedará unido a esa imagen que permanece. Ya se encargaran en el futuro los restauradores de darte una capita de vez en cuando para que no te ajes.- No te confundas, amigo mío, queda el rastro endeble de un rostro, no su rostro. Queda la imagen en tu mente que tú le das, no la que es. Como queda en el cuadro la imagen que la pintora le de, ¿quién te dice a ti que la imagen que la pintura refleje seré yo por mucho que mi nombre la acompañe?- Me suena lo que dices a algo que leí últimamente.- Bueno, ya me tenías preocupado, me alegra saber que de Ramos a Pascua has abierto un libro. Fíjate que aunque creo que es una idea mía no estoy seguro y quizá sin darme cuenta utilizo las mismas palabras que otros usaron antes. Una idea que la experiencia nos da es como el trazo de la pintora sobre su lienzo, le sale por intuición.- Volvamos a la propuesta de nuestra vecina. ¿Debo decirle que sí aceptas posar ante ella?- sonríe el condenado levantando una ceja, esa sonrisa irónica que le delata: ¡¡qué mal actor sería!!-. ¿Temes acaso lo que pueda ver en ti la pintora?- No, no me has entendido, como casi siempre. No es temor a lo que vea, de esto ya hablamos en el pasado y sabes lo que pienso. No, es otra cosa.- Ya te entiendo, te da miedo tener algo que ver con….- ¡¡No!!
He visto un resumen de la experiencia de la pintora, varias de sus obras previas, conozco su técnica que le avala. Pero aún así se topará con dificultades que en esencia son las mismas que pudo encontrar en el pasado, pero a la vez diferentes, porque sino, ¿qué motivación puede tener una artista ante un nuevo reto?Seguir sintiendo la comezón del novato, ese deseo y apetito por conseguir mejorar pero a la vez temor por no conseguirlo, ambas cosas le motivan y le hacen superarse. Sólo por esto posaré, por notar como ese afán de la pintora por crear una obra que le estimula se lleve a cabo.- Bien, bajo a decírselo…- Por otro lado están los que posan, su Micifuz y yo.-Vale, me rindo, ¿quieres o no quieres verte retratado con ella?- Sí quiero, y algo que tú no sabes porque no te has preocupado por averiguarlo: ella quiere lo mismo. Pero, ¿queremos lo que la pintora ve, o necesitamos la ilusión de descubrirnos primero, para llegado el momento oportuno en que no nos importe lo que los demás perciban de nosotros, estemos preparados para posar? Antes de que nos inmortalicen juntos dejen que decidamos si queremos estar juntos.
(Pintura: "Edward James" de René Magritte. http://magritte.be/ )

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Vida y Opiniones de Tristram (Silencios)



SILENCIOS


Espero a que Tristram se decida y escriba su blog, pero guarda silencio.Silencio porque no oye más que una voz. Silencio porque solo esa voz le perturba y le hace girarse al momento si de espaldas está. Silencio que se impone para entender porqué el universo gira estos días a su alrededor.
Intento comprenderle y por eso tapo mis oídos y espero en el reino donde rige el latir constante acompasado de mi corazón. Y escribo, sobre Tristram, esta persona de baja estatura: el Señor Grifón. Este lector ávido que relame aquello que considera digno de sus papilas gustativas. No es como aquel personaje de Monzó que degustaba la tipografía de sus libros. Aunque se le asemeja en su voracidad lectora.
No está perdida la idea del blog en los vericuetos de su memoria, pervive latente, lo sé por esa sonrisa, a veces carcajada, que me otorga cuando me ve escribir. Me he guardado mucho de realizar excentricidades o acciones que pudiera considerar como tales.
Entre atemorizado por lo que pudiera decir de mí e impresionado por su actitud desde hace unos meses, guardo yo también silencio para escuchar su pausado ánimo, su constante espera.
Cambió su ubicación para leer.De un tiempo a esta parte su apostura está junto a la puerta de entrada. Ahí aposenta su siempre presente manta a cuadros, sobre la que gusta de relamer sus obras preferidas,¿Se habrá vuelto un perro guardián?
Hace unos días me dijo de ir a la biblioteca. Después de muchos achuchones de la bibliotecaria predilecta, cuando logró zafarse, entró en uno de sus paraísos terrenales: la sección de préstamo de una biblioteca pública. Pero salió de vacío, no seleccionó ningún volumen.
Ya se le ha pasado la idea de aprender tailandés… Estaba un poco preocupado por un gato siamés que se le aparecía en sueños…- ¿Se te aparece un gato siamés en sueños? ¿Y por eso aprendes tailandés?- Claro, porque me dice cosas que no entiendo.
El caso es que me ha preocupado, primero por lo que pudiera escribir sobre mí, pero luego por su actitud, sus momentos de euforia y sus instantes de melancolía, su nueva ubicación para relamer libros y por sus silencios. Por dejar libros a medias, por devorar varios de un tirón y no comentármelos, por no citar a sus autores preferidos, por no sentir la necesidad de relamer volúmenes de la biblioteca. Por no hablar conmigo.
"Solo en el silencio surge lo que hay en mi interior"…me ha dicho Tristram.
Pero no han pasado ni dos días desde que me pidió que fuera a casa de los vecinos de abajo. Hace todavía un par de meses que se mudaron a nuestro edificio, es una familia con dos hijos. Quería que les pidiera sal.- Sal. Tristram, tengo sal en casa, además es día laboral, bajo al supermercado y ya está.- Bueno, era por ayudarte en la cocina, ¿y un sacacorchos? Puedes ir a buscar un sacacorchos, si es por vergüenza te acompaño.- Mira, me has dado una idea, bajo a saludarles, porque realmente no les conozco y les invito a un café, ¿qué te parece?¿Cuántas veces ladra Tristram en casa? Creo que es la primera vez.
Bajamos a presentarnos a media tarde, me abrió la madre de la casa. Entablamos conversación y quedamos en que subirían cuando llegara su marido. Le hizo mucha gracia Tristram y mostró sorpresa, así que llamó a sus hijos, un niño y una niña de 6 y 11 años. Las criaturas se asomaron acompañados de una persona de baja estatura de pelo alambrado color castaño rojizo. Una pe… personita de sexo femenino: una hembra de Grifón de Bruselas.

Vida y Opiniones de Tristram (Tristram y su blog)


Tristram y su blog


Shandy no ha vuelto.No sé el motivo pero imagino que Tristram sabe algo. Era una presencia inusual que daba color a nuestras vidas. Tristram está contento, me ha perdonado: "Te perdono". Así, tan aséptico, no necesito preguntarle la razón de este cambio repentino.Lee todavía más, vuelve a querer pasear conmigo, se alegra mucho cuando se cruza con alguna pe…persona pequeña del sexo opuesto al suyo, incluso ladra, algo poco habitual en él ( había adquirido la costumbre de hablar casi siempre en francés).
El porqué de este cambio súbito tiene relación con Shandy. No le gustó el nombre asignado al pajarillo. Él se siente especial, sabe que pocos canes pueden hablar, y menos tantos idiomas (esto dice él, que domina varios idiomas, pero excepto cuatro los demás los chapurrea). Se siente afortunado de tener el nombre que tiene. Dice que nunca lee la obra de Sterne, pero el ejemplar que tengo está sospechosamente pringoso. Lo he tenido que encuadernar de nuevo.
Ayer me pidió que le abra una página web.
-Pero si no puedes teclear, tus patas no están hechas para los teclados.-Déjate de lerias, tienes un programa que reconoce las voces, no hace falta que pongas excusas, además, el ratón lo domino a la perfección.- ¿Qué tipo de web habías pensado?- Un blog- Pero ya tienes uno.- No señor, tú tienes uno sobre mí, que no me dejas leer, por cierto, quiero un blog sobre mis conversaciones contigo- A ver si lo entiendo bien, quieres hacer lo mismo que hago yo pero al revés.- Quiero que la gente sepa mi versión, pues siempre, como mínimo, hay dos versiones de un mismo asunto.- Desde luego, y más cuando son personas esos asuntos.- Sí, está, por ejemplo, lo que pensamos de nosotros y lo que los demás piensan de nosotros. De un libro se sacan varias conclusiones dependiendo de los lectores, de la vida unas distintas enseñanzas de las mismas experiencias por parte de diferentes sujetos. Del tiempo que es el mismo para todos unos lo ven bueno y otros malo. El sol no enrojece igual las pieles, como las palabras que nos dicen no hacen el mismo efecto en cada uno de nosotros. Vivir es aprender y ser consciente de que todos nuestros actos influyen no solo en nosotros, también en los demás.- ¿Esto que me acabas de decir lo has leído en alguna parte?- No. Supongo que a la larga extraemos enseñanzas de lo que leemos, bebiendo de las fuentes que más nos gustan llegamos a un punto en que precisamos mejor nuestra propia opinión, la que tenemos pero a veces no sabemos verbalizar. Todas las ideas están escritas, y se seguirán escribiendo, solo es cuestión de encontrarlas, dar con ellas como damos con las personas en nuestra vida: no nos cruzaremos con todos nuestros contemporáneos pero al menos podremos disfrutar de aquellos y aquellas que nos encontramos, la diferencia está como en la lectura, en darnos cuenta de quienes nos aportan más y a cuales aportamos mucho (aunque esto resulta complicado de saber).- Bien, pongamos por caso que accedo, ¿en qué medio lo publicarías? Hay infinidad de páginas dedicadas a blogs, ¿acaso en la misma que publico yo?- Quizá debiera empezar publicando en la tuya, sí, por lo dicho: aportaría mi visión.- ¿Crees que todos deberíamos ponernos en el lugar del otro?- No, no siempre, pero sí a veces, cuando nuestra racionalidad choca con el raciocinio.
¿Cómo no me va a intrigar Tristram?

Vida y Opiniones de Tristram (La soledad de Tristram y Mr. Shandy)




"La soledad de Tristram y Mr. Shandy"



- "¿Quizá los solitarios encuentran una voluptuosidad de contraste entre su inacción soñadora y la amplitud del campo en que se desarrolla la actividad de los otros hombres?"¿ Pueden creer que esto me ha dicho Tristram? Se acercó a mí mientras desarrollaba una actividad cultural, ver anuncios en la tele, y me lo ha dicho, sin más, dió media vuelta y volvió a su rincón de ahora para continuar relamiendo el libro de donde sacó estas palabras ("El discípulo", de P. Bourget).
Me sentí como el padre de Mafalda cuando esta le viene a preguntar algo: totalmente desconcertado. Así que apagué el televisor y me acerqué a él.
- ¿Te sientes sólo, Tristram?- porque mi amigo Grifón nunca dice las cosas porque sí, siempre tiene una intención y como no acaba de perdonarme, sé por donde van los tiros: una disculpa para decirme algo que le ronda.
- Sí, esto es un páramo, no hay gente de mi clase (entiéndase perros) por este barrio. Gatos sí, muchos, y ya sabes que no me gustan los gatos.
Y no le gustan porque le dan miedo desde que relamió "El gato negro" de Allan Poe.
- ¿No conociste a nadie cuando te fuiste de casa?- Sí, un chow chow que parecía un oso panda, pero hablaba en chino y no le entendí nada. ¿Tú recuerdas aquel libro, "La soledad era esto"?, pues el título me va como un collar de diamantes a mi cuello.
Por cierto, el libro que está leyendo es de la biblioteca de aquí al lado, y lo ha escogido él, que le he tenido que sacar el carnet, no vean lo que me ha costado, pero se ve que la bibliotecaria es amante de los animales y el muy perro le ha puesto esos ojitos que solo él es capaz de poner y con la condición de llevarlo de vez en cuando por allí para que lo sobe un poco, nos ha hecho el carnet, primero a él y luego por deferencia a mí.
- Bueno, Tristram, los comienzos en un sitio nuevo suelen ser difíciles, ya te avisé.- Nadie está preparado para la soledad, aunque esté avisado. No dejo de recordar a mis amigos del barrio, a la collie…- Pero si a la collie ya no le hacías caso.- ¿Pero y lo bien que me lo pasaba fingiendo indiferencia junto a ella?- A ver, Tristram, ¿qué es lo que quieres?- No quiero nada, pues nada pinto yo en tus decisiones.
Otra vez, llegado a este punto decidí cambiar el rumbo de la conversación, aún no me ha perdonado.
- El sentido de lo que me has dicho antes, ¿te estás refiriendo a mí, crees que encuentro voluptuosa la soledad?- La soledad puede ser buena para la creación, siempre que uno consiga concentrarse.- Pero, Tristram, yo no encuentro voluptuosa esa inacción soñadora. Soy un poco soñador, pero no más que otros.- ¿Qué no eres soñador? Si le has puesto de nombre Mr. Shandy al pajarillo ese que aparece dos veces al día, que te tiene embobado.- Hombre… bueno, Tristram, no me digas que no es extraordinario lo de este pajarillo, además, el nombre no se lo puse yo.- Aún con mayor razón: ni siquiera fuiste capaz de ponerle nombre.
No seguí la conversación. Entiendo que continúe enojado, no se lo reprocho, pero de ahí a culparme de no adaptarse.A veces nos encontramos con quienes cargan sus frustraciones en los demás, como si los más cercanos fueran los responsable. No deja de ser un mecanismo de defensa, que no comparto pero que en el caso de Tristram me hace verlo como humano, si cabe aún más. Y esto me desorienta: cada vez más lo trato como una persona.
- Además- me dice-, yo Tristram y él Shandy, parecemos el dúo picopata.
Definitivamente, ese día no hablamos más.
Ahora creo que está celoso, así su rabia contra mí va trocando. Siente celos de Mr. Shandy, el pajarillo que me visita a diario, me reprocha el trato que dispenso a este ser volador.
A Mr. Shandy lo apadrina una querida amiga que está muy lejos: ella le puso el nombre, que me gustó, claro.No sé qué especie es, debería consultar a un ornitólogo. Posó sus diminutas patas en la terraza una tarde , se acercó al umbral de la puerta que da acceso a la casa, y entró. Voló un poco y salió. Al día siguiente regresó. A saltitos llegó hasta mí, a un palmo de distancia, se me quedó mirando como medio minuto y se fue. Lleva haciendo esto a diario, cuando estoy en casa, y cuando no (me lo ha dicho el señor Grifón), desde hace tres semanas. Le he cogido cariño, cómo no. Tristram odio, o eso dice, me gustaría verlo a escondidas cuando se cree sólo en casa y aparece Shandy.Aunque me está haciendo la vida imposible sé que la aparición de este personajillo tan curioso nos ayudará a retomar nuestra amistad, al menos tal y como estaba antes de venirnos a esta cálida tierra que nos acoge..

Vida y Opiniones de Tristram (Mi amigo Tristram)



Mi amigo Tristram



Este Tristram, me ha tenido preocupado. Se fue de casa y no apareció hasta dos semanas después. Me ha querido demostrar lo que puede llegar a significar para los demás actuar pensando sólo en el bien de uno mismo. Lo dice por mí.
Así se ha ido, para hacerme sentir responsable de mis decisiones.
Solemos tomarlas a veces sin saber cómo afectarán a otras personas, ni siquiera nos lo planteamos, pero ocurre a diario y con las acciones más leves, con un simple no saludar a tu compañero o compañera de trabajo en la oficina, que nos tiene más estima de la que creemos (si alguna vez llegamos a pensar en ello), y le hacemos daño porque nos cree enojados. Tristram me ha puesto infinidad de ejemplos, por suerte de su cháchara últimamente sólo entendiendo la mitad, pues le ha dado por hablar francés a todas horas.
No me perdona abandonar la comodidad de lo conocido, pero sobre todo no entiende cómo dejé la biblioteca en otras manos para venirnos a la nueva casa con apenas una docena de volúmenes (y eso que la mayoría los eligió él-relamidos están).
-¿Y ahora qué somos, unos comebaratos?- me ha llegado a espetar al ver que ni siquiera los primeros días le compré su comida favorita.Solemos perdonar las subidas de tono de los demás si procuramos ponernos en su situación… hasta que cansa. Pero Tristram no me cansa, nunca lo hará, de hecho comprendo su arrebato (desproporcionado, eso sí, aunque el muy fino se coló en un restaurante y ha estado comiendo a base de bien, volvió más gordo). Y yo de los nervios poniendo carteles por todas partes.- Bueno, mira el lado positivo- me ha dicho-, ahora soy famoso en toda la ciudad.Por lo visto no se equivoca, raro es el día que no nos paran por la calle para hablarle, a él. No contesta por el acuerdo que tenemos: "no asustar a la gente respondiendo."
Aún no me perdona, pero sé esperar, porque este pequeño ser es parte de mi vida.
Nuestra amistad la definiría Aristóteles como de virtud (divide en amistades de utilidad, de placer y de virtud):" una relación entre personas (obvien ustedes lo obvio)son que consisten en desearse el bien y ser afectuosos el uno con el otro. Pueden ser útiles y pueden obtener placer de la amistad, aunque estas no las principales características. Querer a un amigo es quererse a uno mismo"
También es cierto que para Aristóteles la amistad de virtud varía, pues no es la misma aquella que se da entre padres e hijos, entre hermanos, o entre dos personas que se conocen y no tienen ningún parentesco, esas amistades que hacemos porque queremos, ambas partes encuentran una afinidad,y si son buenas personas en sí mismas nos hacen mejores a nosotros. Entonces llegados a este punto Aristóteles va más allá, esta relación entre personas nos enseña a ser buenos, a ser virtuosos. Pero como todo aprendizaje necesita tiempo.
Y yo le daré tiempo, hasta que su enojo desaparezca, aunque él es más nietzscheano, en el sentido que enfrenta mi idea aristotélica de la amistad con la suya del abordaje entre desiguales, de los diferentes, de aquellos que reconocen su única igualdad en el diferir mismo… y algo de razón no le falta, al menos en nuestro caso.
Ahora está otra vez conmigo, no creo que se vuelva a ir, en todo caso si su deseo es abandonarme yo no se lo impediré, si considera que es lo mejor para él. Porque en esto se basa también la amistad.

El olvido


El olvido


"Hay un vínculo secreto entre la lentitud y la memoria, entre la velocidad y el olvido. Evoquemos una situación de lo más trivial: un hombre camina por la calle. De pronto, quiere recordar algo, pero el recuerdo se le escapa. En ese momento, mecánicamente afloja el paso. Por el contrario, alguien que intenta olvidar un incidente penoso que acaba de ocurrirle acelera el paso sin darse cuenta, como si quisiera alejarse rápido de la que, en el tiempo, se encuentra aún demasiado cercano a él.En la matemática existencial, esta experiencia adquiere la forma de dos ecuaciones elementales: el grado de lentitud es directamente proporcional a la intensidad de la memoria; el grado de velocidad es directamente proporcional a la intensidad del olvido" ("La lentitud", Milan Kundera)
Decía Machado que las huellas del caminante son el camino y nada más.
Para Borges el olvido es necesario para la vida y la constitución del "sí mismo".
Un hombre en mitad del camino procura el olvido. Quizá espera a Odiseo para verse amarrado al poste de un barco que parta en tránsito por la vida, y no sentirse envenenado con el mucho olvidar. Este hombre pese a su lentitud sabe que debe partir, pues es la primera condición que la existencia misma le impone. Pero siente temor a esa idea proustiana del eterno retorno, ese oscilar entre el recuerdo y la memoria. Porque olvidar no es dejar de ver lo que nos rodea, lo que acontece y reaparece en nuestra mente. Para él el olvido es la vida y el recuerdo nada más que historia, las huellas del camino recorrido, estelas en la mar.
Nietzsche:
"Cerrar de vez en cuando las puertas y ventanas a la conciencia; no ser molestados por el ruido y la lucha con que nuestro mundo subterráneo de órganos serviciales desarrolla su colaboración y oposición; un poco de silencio, un poco de tábula rasa de la conciencia, a fin de que de nuevo haya sitio para lo nuevo (...) este es el beneficio de la activa, como hemos dicho, capacidad de olvido, una guardiana de la puerta, por así decirlo, una mantenedora del orden anímico, de la tranquilidad, de la etiqueta: con lo cual resulta visible en seguida que sin capacidad de olvido no puede haber ninguna felicidad, ninguna esperanza, ningún orgullo, ningún presente." (Genealogía de la moral. Alianza Editorial. Madrid, 1993. p 66)

Vida y Opiniones de Tristram (la sombra)


Vida y Opiniones de Tristram Grifón-3
Tristram ha dejado de reclinar su cabeza en el regazo de los humanos. Ya no siente con el contacto la gratitud de los hombres.
Ahora que es verano le gusta pasear por el parque, acercarse a las almas solitarias que aprovechan los rayos del sol. Se tumba sobre sus sombras y con la lengua fuera hace pensar en un can acalorado deseoso de una tregua. Yo le miro y sonrío porque se debe esta afición a su última "lectura" y a una frase que le gusta: "¿qué es la sombra de un hombre sino su asombro postrado?".
Se le ha metido en la cabeza que a las personas se les conoce mejor por su reflejo, por su lado "asombrado", aquel que se oculta cuando no hay luz.
La oscuridad en que cada uno guarda los secretos que pocas veces salen a relucir. ¿Llega el haz de un foco para hacer de la noche día?
No, sería apariencia. Sólo la luz solar otorga la verdadera sombra.
Tristram sigue cada día postrándose sobre la sombra de los demás, contemplando a los asombrados humanos que reaccionan ante él.
Me ha dicho que quienes desarrollan sus defectos son acaso los más interesantes porque son quienes más caso le hacen, por ser conscientes de su asombro postrado, los que más dudan, no saben qué parte es más real.
Hay otros que son más felices, unos apenas notan su presencia y se pasean por el parque sin mirar alrededor y tutean al sol o incluso tienen el descaro de creerse observados por el astro rey; otros también felices sí se fijan en él y le sonríen amablemente , no reparan tanto en sus sombras si no es para jugar con ellas, estos se asombran de la luz y los colores.
También dice que los más infelices son los que "tienen la cara de la gente que ama a la gente, una cara que sería torva cuando averigüen que amar sin reservas es ser traicionado".
Me cuesta creer a mi amigo Tristram, pues saca las ideas de los libros que dice son la vida misma encerrada entre caracteres impresos.
No estoy de acuerdo, pero incluso yo a veces dudo hasta de mi propia sombra que me asombra.

Vida y Opiniones de Tristram (la confianza)


Vida y Opiniones de Tristram Grifón-2 (La confianza)
Aprovecho que Tristram Grifón está dormido debajo de la mesa sobre la que escribo. Siempre tiene frío, sea invierno o verano se acurruca entre mis piernas que cruzo para darle calor.
Os voy a hablar de él. De esta pequeña persona que es políglota a su manera y disfruta del teatro y los espectáculos musicales. Ayer se coló en un concierto para ver a una de sus artistas preferidas, así está ahora cansado. Sin embargo no iría a un circo. Supongo que en su tiempo, era aún un cachorro con aspiraciones, le afectó descubrir a Joseph Carey Merrick. Fue en una obra de teatro, lo colé bajo la chaqueta, es una personilla posesiva con sus amistades, allá donde voy él tiene que ir.
"El Hombre Elefante" fue para él una obsesión. Cada vez que relame una obra con algún personaje despreciado por su apariencia se encariña rápidamente. Lo último fue el Lagárdere de Paul Feval, eso de jorobado y espadachín… Teníais que verlo no hace ni una semana a mandobles por la casa.
No dais crédito a mis palabras, claro, pero tampoco yo lo creería que soy como el Orgón de Moliére, si no lo veo no lo creo, o más propio: si no lo oigo no me lo creo. Porque al señor Grifón más que verlo hay que oírlo. No hacerle demasiado caso cuando se sube a la mesa del salón y ladra: "Soy el Papa de los locos". O me hace prometerle viajar en coche hasta Bomarzo (odia los aviones y el tren) para conocer los jardines por los que paseaba otro de sus ídolos literarios.
Sí escuchar sus palabras (ladridos con clase) cuando habla de su camada, del grupo de cánidos amigos del barrio, del desamor de la Collie ("ya no me interesa-me ha dicho-, porque no es mi estilo"), y de cómo otorgarle a una persona tu confianza es de las cosas más serias que puedes hacer.

martes, 18 de noviembre de 2008

"Vida y Opiniones de Tristram-1"



Mi amigo Tristram sabe leer. ¿No se lo creen?. Pues guárdense de negarlo, se ofendería, le sobra orgullo.
Su "saber leer" tiene peculiaridades. Debido al problema del hocico su visión no es lo convergente que debiera ser. Utiliza la lengua, el sentido del gusto está muy arraigado en él, suple carencias olfativas. Así sé qué libros de casa le gustan más: los más pringosos, esos. Tumbuctú de Auster hace tiempo que lo puse en el eslabón más alto de la librería. Ahora le ha dado por los cuentos clásicos y me tiene relamido el volumen de Perrault.
Me ha pedido que le llame Riquet.
- ¿Cómo te voy a llamar Riquet? ¿Cada vez que te guste un personaje literario has de trocar de nombre?-, esto le he dicho.
Sé bien porqué le gusta, y aprovecha la mínima oportunidad para soltarme las moralejas del cuento:
"Ce que l'on voit dans cet écrit,
Est moins un conte en l'air que la vérité même;
Tout est beau dans ce que l'on aime,
Tout ce qu'on aime a de l'esprit."
"Dans un objet où la Nature,
Aura mis de beaux traits, et la vive peinture
D'un teint où jamais l'Art ne saurait arriver,
Tous ces dons pourront moins pour rendre un coeur sensible,
Qu'un seul agrément invisible
Que l'Amour y fera trouver."
Me tiene liadísimo, porque no sé francés.
Pero es que a Riquet... digo, a Tristram, los caminos de la vida y del vecindario le han llevado hasta la Collie de la esquina, que además de tener pedigrí visita al peluquero cada semana y se hace la pedicura.
Él busca que esa persona (si utilizo la palabra correcta deja de hablarme) encuentre en él su amor platónico, que su espíritu y no su físico inunden el alma de esa preciosa... vecina. Me lo ha dicho así, con estas palabras.
El caso es que le empujo a llegarse a ella, porque mucho ladrar y... lo más que se ha aproximado hasta ahora es cada vez que coincido, paseando por el parque cercano, con mi vecina, quien también va a la peluquería cada semana y se hace la pedicura.
Cada vez que esto ocurre, el señor Grifón (Tristram Grifón de Bruselas), vuelve a casa desconsolado, porque busca en la mirada de su amada (él prefiere que no utilice este término) un destello del reconocimiento que anhela pero no halla, no le dirige la mirada lo más mínimo.
Nada más llegar a casa se postra en el sofá que tiene asignado, suspira y recita versos:
"Tu presencia me enajena
tus palabras (*) me alucinan
y tus ojos me fascinan
y tu aliento me envenena"
Hace unos meses me pidió que le llamara Don Juan.

(*)ladridos.

¿Por qué a mi perro le llamo Tristram?


¿Por qué a mi perro le llamo Tristram?
Aparte de ser un personaje este mi perro último de una camada de diez cachorros, tardó un día más en nacer que el noveno. Nos apareció en el jardín, un descuido del destino lo tuvo perdido entre los vericuetos de la placenta, su madre, perra donde las haya, ni cuenta se dio de su extravío.
Quizá por desidia nuestra o porque tenemos por costumbre cortar con poca frecuencia el césped, aún tardamos dos días más en toparnos con el pequeño. Y fue su augusto perruno padre de buen olfato que lo enganchó por donde buenamente pudo y nos lo trajo a casa. Desolados nos quedamos con él, los demás los vendimos a buen precio.
Me quedé como propietario del contrahecho cachorro (el padre en su afán por acercárnoslo le chafó el hocico), y le puse de nombre Tristram (lo bauticé y uego me fijé si era macho o hembra).
Con el paso del tiempo no sólo el hocico tenía problemas...
"Señor mío, el HOMUNCULUS, por ridícula y leve que sea su apariencia,... Es un ser protegido con sus propios derechos. Los más finos y sutiles filósofos, que poseen los más amplios saberes nos enseñaron sin lugar a duda que el HUMUNCULUS lo crea la misma mano, lo engendra el mismo proceso natural, dotándolo con las mismas fuerzas locomotrices y las mismas facultades que nos crea a nosotros mismos. Consta, al igual que nosotros, de piel, cabello, grasa, carne, venas, arterias, ligamentos, nervios, cartílago, huesos, médula, cerebro, glándulas, genitales, humores y articulación... Puede progresar, puede lastimarse, puede encontrar remedio. En una palabra: está dotado de todos aquellos derechos y deberes de la humanidad que los mejores autores morales destacan como propios y privativos de ella".
"Pero dígame, ¿qué ocurriría si le sobreviniera cualquier accidente en su camino, o si por miedo a ello nuestro caballerete remata su itinerario tremendamente abatido?. Pues que su fuerza muscular, su virilidad, se harán endebles; sus espíritus animales se arrugarían indescriptiblemente, y, en tan quebrantado y triste estado de nervios, caería víctima de repentinos sobresaltos o de una serie de melancólicos sueños y fantasías por espacio de nueve largos meses. Tiemblo al imaginar qué cimientos se perderían en esas condiciones y las mil debilidades de cuerpo y de espíritu que se edificarían sobre ellos. Ningún filósofo o médico sería capaz jamás de enderezarlas satisfactoriamente".
... también se cree una persona con ideas políticas propias.