domingo, 14 de diciembre de 2008

Vida y Opiniones de Tristram (Notas al margen)

Notas al margen.

Tristram se vanagloriaba de tener un espacio de opinión pero no está contento:-” Pienso mucho-dice-, y no sé qué escribir. Mi cabeza bulle de ideas, quizá por ello acaban hirviendo. El blog ha sido un fiasco ¿Qué es un escritor sin lectores? Ellos dan sentido a lo que se escribe. Por mucho que se diga, por mucho que pretendamos justificar un diario, siempre es para que alguien lo lea, aunque sea uno mismo, en otro momento, en otras circunstancias“.
Tristram, a su manera, anota todo aquello que le llama la atención de un libro. Son anotaciones aleatorias, nunca por un propósito, no busca comprender pero logra entender lo que encuentra. Sólo son anotaciones extensas cuando han de serlas. Cortas, de una frase, incluso una palabra, porque así se lo pide lo que lee. Este tipo de escritos, por decirlo de alguna manera, son su mejor diario.
- “Porque, ¿cuántas veces no nos habremos preguntado por qué un libro, una película, una amistad, un vino, una ciudad,…, pasados unos años los volvemos a leer, ver, encontrar, beber, saborear,…, y no nos dicen lo mismo, incluso nada nos provocan? Surge la pregunta: ¿qué les veía?”
Esas palabras extraídas de un libro hace muchos años tuvieron sentido y, no sólo porque objetivamente sean memorias literarias, ni siquiera por ser pensamientos propios dichos por otros pero nuestros cuando topamos con ellos. Probablemente ni siquiera son bellas palabras, el autor pudo dar mucho más de sí y seguramente lo dio en muchas otras ocasiones en que lo leímos y sin embargo sus palabras no nos dijeron nada, no llamaron nuestra atención, como para anotarlas al margen.
Tampoco el momento del lector, que siendo el mismo siempre es diferente pues distinto es el libro que lee aun siendo el mismo título e idéntico autor que en otra ocasión tuvimos entre las manos… o patas, también.
El caso es que Tristram acumula cuadernos y cuadernos (la mayoría se los he ido regalando a lo largo del tiempo) y cada vez que relee uno antiguo me dice lo mismo: “No sé bien qué me llamó la atención en este texto para que garabateara en mi cuaderno”.
A pesar de todos sus “pero“ entiende porqué ha copiado éste o aquel texto. Algo bello esconden esas palabras, pues son parte de su pasado, el mejor testimonio, para él, bien lo sé, de su vida, más que cualquier blog que le logre satisfacer.
Por Tristram, o a pesar de él, me pregunto: ¿volvemos a leer esas citas que copiamos en otra época casi por necesidad? ¿Hay algún libro del que llamándonos la atención no hayamos extraído parte de su ser? Y no digo subrayar, pues qué afrenta es esa: torturar una edición que siempre está viva.
¿Cómo garabatea Tristram en sus cuadernos?…..en fin.

1 comentario:

Empe dijo...

Martín, Si no hubieras comentado sobre la vida y costumbres de Tristam, hubiese jurado que estabas hablando de mí. Un saludo a los dos.